Con la llegada al mercado de los nuevos dispositivos
inteligentes y la entrada en juego de aplicaciones móviles capaces de
interactuar con los consumidores, muchos han sido los sectores que han
sucumbido a la revolución mobile, apostando por este canal para sus campañas publicitarias
y la promoción de sus servicios. Tanto es así que el mundo financiero se ha
convertido, a pesar de la crisis, uno de los sectores que más invierte en este
soporte, destinando más de 1.000 millones de euros al año en el desarrollo de
tecnologías y apps para el móvil.
Aunque a primera vista parezca una cifra desorbitada, no lo
es tanto si tenemos en cuenta que España es uno de los países europeos con
mayor penetración de la banca móvil: más del 87% de sus grandes entidades ya
permite a sus clientes operar desde su smartphone o tableta. Además, tenemos
más de 12 millones de usuarios activos que dedican la friolera de 75 minutos al
día al uso de apps. La combinación perfecta.
A la vista de estas cifras, no es de extrañar que el sector
financiero se haya convertido en uno de los pilares del mundo de las
aplicaciones móviles, contribuyendo con fuerza a su imparable crecimiento.
Y es que en las apps móviles, las entidades bancarias han
encontrado el aliado perfecto para fidelizar a su cartera de clientes que sin
tiempo real para acudir a las oficinas físicas, buscan alternativas más cómodas
y rápidas de saldar sus operaciones.
Al mismo tiempo, la banca móvil permite captar nuevos
clientes gracias a las facilidades de algunas entidades de realizar pagos a
través del móvil como si empleásemos una tarjeta de crédito, con todas las
garantías de seguridad. Viendo las ventajas que esto supone, Bankinter y La Caixa fueron las primeras
entidades en hacer pruebas piloto para realizar micro pagos con móviles dotados
de tecnología NFC – Near Field Communication- en España; un reto aún
por superar y que se encuentra en el punto de mira tanto de desarrolladores
como de entidades financieras y emisores de medios de pago. En la misma línea,
Bankinter también ha dado un paso más en innovación, revolucionando la banca
móvil el pasado verano con el lanzamiento del primer depósito a plazo fijo
únicamente contratable a través de su servicio para tabletas y teléfonos de
última generación. Sin duda, un firme apoyo al medio mobile.
Si echamos la vista atrás, el Banco Sabadell fue la primera
entidad en contar con una plataforma para banca móvil tanto para tabletas
Android/iPad. Tampoco hay que olvidarse del éxito de la app de la caja
aragonesa IberCaja, que en menos de una semana ya registraba más de 25.000
descargas.
Todo esto no son más que muestras de cómo la banca online se
ha convertido en uno de los servicios que más interés despierta entre los
usuarios móviles. Transferencias, consultas de movimientos e incluso operaciones
diarias en Bolsa "on the go" son trámites que suponen un gran avance
y de los que ya no podríamos prescindir. El tren mobile está pasando a nuestro
lado y quien no se suba ahora lo perderá.
Además, el Banco BBVA ha realizado un vídeo sobre cómo van a
ser los cajeros automáticos en el futuro:
Es cierto que el sector financiero no invierte todo lo que debería en mejorar sus apps. Invierte unos 1.000 millones porque "no le queda otra", pero se encuentra muy atrasado respecto a sus competidores extranjeros.
ResponderEliminarQuizás, la inversión en apps sea cara pero eliminar trámites burocráticos para que sus clientes operen en bolsa desde el móvil es muchísimo más barato. Sin embargo, no lo hacen.
Gran mención a Bankinter y a La Caixa, siempre son los punteros.
Efectivamente tal y como habéis expuesto, el presente, futuro a corto, a medio y a largo plazo está en trabajar con mucha más intensidad y prioridad en las redes y canales que nos ofrecen.
ResponderEliminarHace poco tiempo escuché en una conferencia, una definición muy adecuada de lo que ha producido internet en la sociedad mundial. El ponente definía “internet” como el choque entre el futuro y el presente; se habría todo un mundo de futuro ya que el presente era cada minuto más pequeño. A lo largo de su ponencia, comentaba que internet estaba a la altura de los momentos históricos como el descubrimiento del fuego, la rueda o la penicilina.
Tres momentos históricos que de alguna manera han permitido que la humanidad no se extinguiera o que el trabajo fuera mucho más llevadero o que la salud sea una alternativa con la medicación.
Además de hacer un perfil psicosociológico, que es un asunto que manejan perfectamente bien las empresas, sí que podemos afirmar de forma rotunda que esta sociedad está cambiando a pasos agigantados; que el presente se deshace a una velocidad importante y que la sociedad espera de estos cambios, alternativas a la altura de sus propósitos.
Las empresas de servicios y de marketing empiezan a relacionarse con los clientes de otra forma: “el comercial no va a casa del cliente/el cliente apenas va a la oficina del comercial”. La gente no está dispuesta a esperar lo que la empresa le va a ofrecer.
El tiempo libre es un bien especialmente valioso, nadie sale a la calle sin estar de alguna manera conectado, además hoy en día apenas llevamos dinero físico, ya podemos trabajar desde casa, nos comunicamos de forma escrita y precisa, etc; todo esto y mucho más, ocurre en todo los niveles sociales, y las empresas que quieran estar con estos clientes tienen que trabajar en los pocos canales abiertos que se mantienen (sms, whatsapp, páginas webs …).
Conozco empresas que ahora mismo están invirtiendo la mayor parte de sus recursos en desarrollos informáticos para poder incorporar los medios de pago a los teléfonos móviles, el desarrollo de los TPVs para dar más información al cliente, la geoposición para enviar ofertas determinadas cuando los clientes están en zona de compras, etc.
El mundo está cambiando y con ello, todas sus disciplinas; pero si hay alguna que tiene que estar muy pegado a este cambio, son las relaciones interpersonales, parte esencial de nuestro puro concepto de marketing.
Federico Fernández Blanco y Pilar González Roldán